Colores para el ánimo

Después de más de una semana en cama, ya empiezo a levantarme. Ya voy pudiendo andar un poco, y eso anima mucho. Asi que, esta algarabía y colores en la plaza de Pedraza, para animar y dar alegría contra la enfermedad que empieza a alejarse, aunque vaya despacio. ¡Y que se vaya el dolor a otra parte!
Se la dedico a mi chico, que anda también pachucho, para que se recupere pronto.

Copyright©MayteVidal @2007-2008

Se enciende la noche

La noche comienza a cubrir la ciudad, que se defiende encendiendo las luces de sus edificios. Se enciende la noche, y las aguas del río toman colores de ensueño. Las barcas reposan,acompañando a los reflejos...

Copyright©MayteVidal @2008

Cubriendo la ciudad

Una tormenta se acercaba a pasos agigantados, cubriendo el cielo de la ciudad como si de un manto se tratase. Un manto que oscurecía la tarde, invitando a que las luces de las casas y edificios se encendieran.

Antes de empezar a caer las inmensas gotas de lluvia, la luz se tornó mágica y misteriosa. Después, el nubarrón descargó agua y granizo, dejando todo fresco, limpio, mojado...

Copyright©MayteVidal @2008

Puntualidad inglesa

Altiva, orgullosa...vigilando por sus cuatro costados el tumulto de la vida cotidiana.

Reloj famoso por su puntualidad, marca el ritmo de la ciudad.

Copyright©MayteVidal @2008

Señas de identidad

Pequeños detalles que imprimen carácter. Son señas de identidad. Cosas cotidianas que hacen única a una ciudad, pues sólo con un vistazo nos transportan al lugar concreto al que pertenecen.

Copyright© Mayte Vidal @2008

The House

Paseando por la selva urbana, entre asfalto y piedras que conforman edificios antiguos y modernos, encontramos una casa, llena de ventanas, que bien podria pasar desapercibida, como cualquier otra, si no fuera por la bandera que la corona. Aquí vive uno de los fuertes de esta selva. Al acercarnos, comprobamos que las medidas de seguridad son importantes. Nos encontramos en la casa del presidente.

Recuerdos de verano

El verano se despide lentamente, dejando recuerdos de mar y días claros.
Recuerdos atrapados en la copa de la vida, que llena nuestro mundo, embriagándonos con su sabor a vida plácida, que nos regalan esos días de estío.
Recuerdos que navegan nuestra mente, atardeceres dorados frente al mar, sintiendo la fina espuma de las olas besando los pies desnudos que acarician a cada paso la arena mojada de la orilla.
Sonidos de la brisa que roza la piel, gritos de gaviotas suspendidas en el cielo, dejándose mecer como cometas libres en el viento.
Recuerdos del verano que se va y queda encerrado en la memoria del tiempo.
Copyright ©Mayte Vidal @2008